¿Has escuchado seguramente el concepto de “sonrisa gingival”? Seguramente has investigado sobre este tema.
Vamos a poner un poco de contexto: las raíces de todos nuestros dientes están protegidas por el hueso alveolar que los sostiene y adicionalmente están rodeados por las encías que los recubren y protegen. De esta manera, lo único que vemos y que está expuesto de nuestra dentadura, son las coronas de nuestros dientes.
Pero sucede que en ocasiones, las encías tienen un mayor desarrollo en su tamaño lo que provoca que al sonreír se expone una gran cantidad de encía, dando un aspecto no estético o bien, no agradable para algunas personas (“sonrisa gingival”). La razón por la que esto sucede puede ser por diferentes causas, dentro de las que se incluyen: aspectos genéticos por características en la forma y tamaño de los huesos de la cara (relacionados con algún familiar que los presente), tratamiento prolongado con algunos medicamentos, enfermedades de la encía (gingivitis, periodontitis).
Sin embargo, en lo relacionado a la llamada “sonrisa gingival” y su tratamiento se deberán considerar distintos aspectos para obtener el adecuado diagnóstico.
Algunas de las razones específicas de este tipo de sonrisa puede relacionarse al tamaño de nuestros dientes (demasiado pequeños), lo que causa el mismo efecto de desarmonía bucal. Otra de las razones frecuentes, es el desarrollo excesivo del maxilar superior.
Hay tres tipos de causas para una sonrisa gingival:
- Muscular: consiste en un exceso de contracción de los músculos faciales que rodean la parte del maxilar superior, los cuales provocan una elevación exagerada del labio superior.
- Dentario: esto es cuando nuestros dientes no se exponen de manera adecuada hacia el exterior, dando un efecto aparente de tamaño acortado o pequeño en relación a la proporción de nuestro rostro.
- Esquelético: se presenta cuando el hueso maxilar tiene un mayor desarrollo o crecimiento vertical respecto al resto del análisis de toda la estructura facial.
Para resolver cualquiera de los tres casos anteriores que dan como resultado una sonrisa gingival, se planea un tratamiento interdisciplinario entre diversas especialidades, tales como: Cirugía Oral y Maxilofacial, Ortodoncia y Prótesis-Rehabilitación Oral.
De esta manera, lo primero que debe diagnosticarse de manera correcta es la causa de la sonrisa gingival y así proceder con un plan de tratamiento correcto para la corrección del mismo. Esto se efectúa mediante un análisis de sonrisa, el cual incluye fotografías intra y extraorales, así como estudios imagenológicos complementarios como: radiografías individuales de tus dientes (periapicales), cone beam o tomografía, y en el caso de problemas esqueletales, análisis cefalométrico, radiografías simples de cráneo y tomografía completa de cara. Conociendo lo anterior, se determina el mejor tratamiento para tu caso.
Explicamos brevemente algunas de los tratamientos que solucionan la sonrisa gingival:
- Gingivoplastía o gingivectomía: esto consiste en retirar parte de las encías por medio de una cirugía bastante sencilla de la cual te recuperarás muy bien. Con ello se expone la corona de tus dientes y obtendrás una sonrisa más proporcionada.
- Cirugía Ortognática: consiste en la corrección de la posición de tu maxilar superior cuando el problema es esquelético. Con ello se perfeccionará tu perfil facial para una mejor armonía en tu sonrisa.
- Uso de toxina botulínica: cuando se trata de causas musculares, la toxina botulínica favorece la relajación de los músculos circundantes a la zona del maxilar superior, dando un efecto de una sonrisa más proporcionada.
En OMFI nos gusta ayudar a sentirte más contento con tu apariencia facial y bucal. Contáctanos para darte una mejor orientación sobre cómo resolver la apariencia estética de tu sonrisa cuando presente una desarmonía que desees corregir.
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