Por diversos motivos, razones o circunstancias, nuestros dientes son expuestos a diferentes retos propios de nuestra masticación y consumo de los alimentos que ingerimos.
La boca es una de las zonas de nuestro cuerpo que normalmente contiene una gran concentración de bacterias, a esto se le considera flora microbiana normal, viviendo en ‘simbiosis’ o equilibrio saludable con el resto de nuestro organismo, sin embargo cuando existen alteraciones de esta simbiosis, es común que se presenten enfermedades infecciosas de gran importancia en el área oral y maxilofacial. Por ello, es importantísimo cuidar nuestra higiene oral, ya que de alguna manera si se altera este equilibrio pudieran existir repercusiones negativas en el estado general de salud en nuestro organismo.
Aún cuando nuestro cuerpo está diseñado para mantener un equilibrio simbiótico entre bacterias y nuestras células en esta área, la limpieza es mandatoria y obligada.
Los abscesos dentales son ataques bacterianos a algunas zonas de nuestra dentadura, pueden ser en las encías o bien, en las raíces o el hueso que rodea a nuestros dientes. Esto se produce debido a diferentes motivos, los cuales son:
- Falta de higiene dental, lo cual permite que los cultivos bacterianos proliferen
- Enfermedades sistémicas no controladas (Diabetes, enfermedades autoinmunes)
- Dieta alta en azúcar; es el alimento ideal para el crecimiento de bacterias
- Falta de hidratación salival en la zona bucal; es decir, boca seca.
Las infecciones dentales son riesgosas. Los síntomas que pueden presentarse al haber la presencia de algún tipo de infección pueden ser:
- Sensibilidad a cambios de temperatura
- Dolor al masticar o morder
- Dolor intenso, persistente que irradia hasta la mandíbula u otras zonas faciales.
- Hinchazón o abultamientos en la región de la cara o la boca
- Inflamación de los ganglios linfáticos y dolor al tacto
- Fiebre
- Dificultad para respirar o tragar.
Las complicaciones de no atender oportunamente el absceso dental son graves. La infección puede extenderse por la zona de la boca, mandíbula, maxilar u otras zonas de la cabeza o cuello poniendo en riesgo la vida misma.
Es muy importante acudir con el cirujano maxilofacial ante la presencia de una infección dental o maxilofacial. El tratamiento consistirá en drenar la zona del absceso, verificar que las condiciones estén adecuadas para una recuperación junto el tratamiento de antibióticos y monitorear constantemente la situación física de salud general.
En ocasiones y debido al grado de infección causada por el absceso dental, es requerido el ingreso hospitalario donde los cuidados serán máximos. Por ello es vital atender de manera pronta y oportuna, este problema bucal.
El especialista indicado para atender el absceso dental es el cirujano maxilofacial. Acude a la brevedad a diagnóstico y atención. En OMFI cuidaremos de tu salud bucal y facial.